Véneto, tierra de excelencias

El mar y Venecia, pero también la montaña y las Dolomitas, el lago de Garda, los grandes ríos, desde el Piave al Po, las curvaturas verdes de las colinas y los horizontes de la gran llanura, las ciudades de arte y las pequeñas aldeas, los productos típicos y una gloriosa tradición gastronómica. Un cofre de tesoros en pleno corazón de Europa: eso es el Véneto, una tierra generosa y fértil en la que conviven tradición y modernidad, una región conocida más allá de los confines nacionales por sus expresiones en los ámbitos más diversos, desde la arquitectura al vino. Desde hace siglos, los viñedos cubren y embellecen el territorio del Véneto con productos de calidad universalmente conocidos.

Un destino de grandes éxitos

Grandes vinos pero también numerosos productos de la mejor calidad, menos conocidos por el público pero no por ello menos valiosos. La vinicultura del Véneto tiene sus raíces en una tradición que abarca como mínimo dos milenios. Los numerosos testimonios históricos confirman que el cultivo de la vid encontró un terreno fértil ya en la época romana y desde entonces no ha conocido descanso gracias a las peculiaridades territoriales de una región muy variopinta desde el punto de vista geomorfológico y paisajístico.

Basta pensar en los microclimas que pueden encontrarse tan solo a pocos centenares de metros desde las orillas del Lago de Garda o entre las colinas de Valdobbiadene, o bien en las características del terreno de origen volcánico de las Colinas Euganeas y en el aluvional de la llanura del Véneto Oriental. El Véneto debe esta sorprendente variedad de vinos a esta enorme variedad paisajística y climática, junto con una dilatada costumbre de aplicar las mejores prácticas enológicas, lo que le ha permitido conseguir unos productos únicos en el mundo como el Amarone, el Prosecco y el Recioto, por citar solo algunos de ellos. La vocación natural de la tierra del Véneto por la viticultura se ha fusionado con una consolidada tradición, perfeccionada a lo largo de los siglos, que ha conseguido éxitos y reconocimientos internacionales de renombre.

Siguiendo las rutas del vino

No hay mejor manera de conocer el "planeta vino" del Véneto que emprender un viaje apartado de las grandes vías de comunicación y dejando a un lado la prisa y el ansia por llegar y concediéndose, por el contrario, el placer de ir de bodega en bodega, desde las colinas de la franja Pedemontana a las geometrías de la llanura. Porque los grandes vinos del Véneto se revelan en profundidad en su tierra de origen y conservan su vínculo íntimo en el sabor, en los aromas y en la personalidad. Las Rutas del Vino nacieron con este objetivo, acompañar a los amantes del buen beber a lo largo de los itinerarios que se despliegan entre los territorios o los pueblos históricos que a menudo dan nombre a los vinos, llegando directamente a los productores, sus viñedos y sus bodegas. En el Véneto, las Rutas del Vino incluyen a todas las principales D.O.C. y acompañan al visitante al mismo lugar de producción ofreciendo también información detallada sobre los productos típicos y la tradiciones gastronómicas, maridajes ideales con los vinos locales. A lo largo del recorrido no faltan los consejos sobre los lugares de interés histórico-artístico y paisajístico, sobre las actividades de ocio y el bienestar del cuerpo, y sobre todo lo que contribuya a realzar el descubrimiento del territorio del Véneto.

Entre nuevas sugerencias y eternas bellezas

Colores, aromas y sabores: conocer el Véneto es una experiencia que afecta a todos los sentidos y satisface los intereses más diversos, desde la pasión por el arte a la curiosidad por la historia, desde la búsqueda de emociones a través de las actividades deportivas al aire libre al sosiego del campo o de los valles alpinos, desde el bullicio estimulante de las grandes ciudades de arte a los ritmos pausados de algunos pueblos.

En las decenas de kilómetros de playa se encuentran cada año millones de turistas, que se dedican a menudo y voluntariamente a la búsqueda de las tipicidades locales, atraídos por una riqueza enogastronómica fuera de lo común. Las grandes ciudades permiten admirar de cerca tesoros artísticos y arquitectónicos conocidos en todo el mundo, desde el Gran Canal de Venecia a la Arena de Verona, desde los palacios de Treviso a las iglesias y basílicas de Padova y Vicenza. Cada vez son más numerosos los turistas que eligen apartarse de los recorridos habituales para conocer un poco mejor una región de las mil caras, que no deja nunca de cautivar y sorprender.

Guardianes del valor, devotos de la exclusividad

El destino del vino del Véneto es el de viajar, extender su fama mucho más allá de los confines nacionales. Ya en la Edad Media, los barcos de los mercaderes de la Serenísima zarpaban de Venecia cargados de vino con destino a los mercados de Oriente Medio, Asia y Europa. Hoy, al igual que entonces, el vino de calidad producido en el Véneto llega a los admiradores de todos los continentes. Así lo confirman los datos sobre la exportación, en continuo crecimiento, tanto que hoy el mercado exterior absorbe casi las tres cuartas partes de las D.O.C. del Véneto. En el ámbito nacional, la región del Véneto es líder en la producción, a la cabeza de la clasificación por delante de Puglia y Sicilia, y por sí sola cubre casi el 20% de los vinos D.O.C. italianos. Una primacía que ahonda sus raíces en la tradición y que se consolida año tras año gracias a la continua búsqueda de la calidad, desde el viñedo a la mesa. Nace entre hileras, madura en las bodegas y completa su recorrido en la mesa, mejor si va acompañado de platos típicos y productos del territorio. Elaborar vino no es una operación meramente productiva sino un recorrido relacionado con el conocimiento de la tierra, de las vides, de las uvas y de sus cualidades organolépticas. El proceso de maduración es seguido paso a paso, desde la selección de los viñedos a los tratamientos sanitarios y la vendimia. A continuación, la atención se desplaza a las técnicas de fermentación, de envejecimiento y de crianza, o bien de champañización, hasta llegar al embotellado. El hecho de que el vino de Véneto sea objeto de comercio desde al menos hace un milenio y por tanto tenga en cuenta las demandas y los cambios repentinos del mercado, ha empujado a los productores a una continua investigación e innovación para mantener unos elevados niveles de calidad sin perder de vista el vínculo con el territorio. Un trabajo constante y que afecta a empresas agrícolas, cooperativas, bodegas, Consorcios de protección y todos aquellos que contribuyen a hacer de este producto una de los flores en el ojal de nuestro sistema agroalimentario. El primer y gran valor es la variedad, de los blancos a los tintos, de los espumosos a los vinos de meditación, sin olvidar las etiquetas más buscadas por los entendedores. Todos ellos aglutinados en torno a la misión de conservar y realzar las características, los aromas y los sabores del territorio de origen.

Trabajo en equipo con la u.vi.ve cuando la unión hace la fuerza

Una estrategia común para revalorizar y promover el patrimonio enológico del Véneto, una alianza consolidada para colaborar con las instituciones, dialogar con los consumidores y darse a conocer en los cinco continentes.

Porque el vino de Véneto es apreciado también en los mercados más lejanos. Por este motivo, hace treinta años, nació la Unión Consorcio de Vinos del Véneto, la U.VI.VE, a la cual se han adherido prácticamente todos los Consorcios de Protección de la región. Una elección clarividente que, con el tiempo, ha dado sus frutos. Antes que nada, la U.VI.VE es el órgano representativo del sector vitivinícola con denominación de origen controlada por el Véneto y ejerce una coordinación indispensable a través de los Consorcios, sobre la actividad de control y vigilancia de la producción y comercialización de los vinos del Véneto con sello D.O.C. y D.O.C.G.,
para contrarrestar los abusos y fraudes perjudiciales para las denominaciones de origen y las marcas consorciadas. Un control que pasa por la garantía de la trazabilidad y de los vinos y su elaboración según los métodos tradicionales. Los controles son férreos y afectan a todo el sector vitivinícola, desde el viñedo hasta el punto de venta.

La U.VI.VE no tan solo tiene el deber de representar a todos los consorcios de protección del Véneto en sus relaciones a nivel institucional con la Región, el Ministerio de Agricultura, los organismos de la Unión Europea relacionados con el sector vitivinícola, sino también de coordinar y proponer modificaciones y mejoras en el conjunto normativo. Sin olvidar la constante actividad de actualización para los consorcios miembros sobre las últimas novedades en materia legislativa. A todo ello cabe añadir el compromiso constante de investigación en colaboración con las entidades pertinentes. La U.VI.VE, además, es "el embajador" de los vinos del Véneto en el mundo, en su calidad de coordinador y organizador, en Italia y en el extranjero, de iniciativas colectivas para la promoción y la consolidación de la imagen de los vinos del Véneto con sello D.O.C. y D.O.C.G. Gracias a la Unión, los Consorcios pueden llegar y estar presentes en las citas más importantes del mundo. Desde las grandes ferias del sector a las campañas de promoción internacional, desde los certámenes temáticos a los eventos en los que se concentra la atención de todo el mundo, los vinos del Véneto pueden contar con la organización de la U.VI.VE para llegar incluso a los mercados más lejanos. No cabe duda de que la unión hace la fuerza y de que el trabajo en equipo permite afrontar los objetivos más ambiciosos.